Todos en algún momento hemos dicho la ya conocida frase de «en mis tiempos todo era diferente» y claro, la constante evolución, las tendencias, la moda, etc. Afectan no solo lo estético, también tienen repercusión en las formas de ver y asumir la vida, en el andar diario; sin embargo algunos conceptos se perpetúan y permanecen en el colectivo como reglas no escritas pero aceptadas por todos y cumplidas al pie de la letra sin detenernos a reflexionar sobre su implicación, solo las aceptamos y ya.

Uno de estos puntos tiene que ver con la forma en que hacemos nuestros juicios y valoraciones morales, porque por un lado censuramos las escenas altamente eróticas que se transmiten en televisión, argumentando que atentan contra el desarrollo emocional o las buenas costumbres, pero al mismo tiempo y de forma complaciente vemos y observamos brutales escenas de violencia física, verbal, psicológica, etc. y esas partes no las censuramos, damos por hecho que serán filtradas por el criterio de los espectadores. Sin afán de hacer juicios morales ni crear una retórica sin sentido, es mas condenable una escena erótica que la violencia en cualquiera de sus expresiones?  Por qué damos por hecho que la violencia es «mas aceptable» que la exposición gráfica de imágenes de placer o de amor?

Otro tema que es altamente controvertido es el hecho de que todos decimos odiar la hipocresía, la mentira, las falsedades, las traiciones, etc.  Pero llegado el momento, nadie quiere «ser cruel» con una verdad a raja table y entonces, elegimos «mentir piadosamente» lo que de facto nos convierte en hipócritas, mentirosos y falsos.

Hay en este planeta opiniones en todos los sentidos, desde los que se sienten moralmente superiores a los que les importa un pepino cualquier concepto de moral y van por la vida tal cual se la piensan; la gran mayoría se encuentra en el punto medio, donde existe una moral con la que se relaciona hacia fuera con todos los demás, y otra moral un tanto «mas relajada» con la que se conduce hacia dentro, con la que toma sus decisiones.  Siempre es bueno hacer una pausa y valorarnos, hacer autocrítica concienzuda e imparcial con uno mismo, quizá y nos sorprendamos dentro de los que mantienen este doble discurso, ser piadosos no significa mentir para no lastimar, se trata de decir la verdad sin hacer burla ni tomar ventaja del estado de indefensión en que pudiera caer la otra persona al ser confrontada.

Y… usted que piensa?

@ISAIJOACHIM