El Gato y el Pez

Por azares del destino pueden conocerse y enamorarse un gato y un pez, cupido es un travieso y flecha almas desprevenidas que solas viajan por el mundo, que admiran la belleza mas allá de las apariencias y de la materia, creaturas aventureras y sin reservas que aman más allá de la razón.

Tal es el amor y tal es la ventura que los espíritus no saben de límites, se lanzan a las mas inverosímiles batallas tratando de cambiar los designios del universo, revelándose contra natura, contra los límites que el cosmos nos ha impuesto de ser una cosa y no otra.

Tal es la desventura de aquellos que siendo distintos, distantes, opuestos y nada iguales, llegan a desearse, llegan a conocerse, llegan a amarse de formas sobrenaturales, de formas que ni con los mismos e iguales pueden llegar a hacerlo, y los espíritus sufren, lloran el encierro que impone el cuerpo, se lamentan de las barreras que el ser gato no pueda ir bajo el agua y que ser pez no pueda vivir sobre la tierra.

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